Hay palabras livianas con el peso de un yunque. Los poemas de Estefanía Angueyra son la violencia que esconde la quebrada calma que en invierno baja con la fuerza de un río. Este libro es un vuelo sostenido en el tono, a la vez sobrio y sensual, de la poeta, pero es también una montaña rusa que te levanta, hunde y sosiega: en él caben la muerte, la guerra por la tierra, las heridas patrias, y así mismo caben la vida, las plantas, la infancia, los horrores, los gozos, la burla, el misterio de Dios.