El papá de Lina acaba de morir. Pero el duelo no será lo peor por venir, o por lo menos no será lo único. Mientras Lina digiere su pérdida y organiza los libros de la biblioteca de su padre, descubre el llamado de los poderes. Poderes que también tiene su madre, quien aprendió de su maestra Ana Gregoria a manejarlos para hacer toda clase de trabajos, brujerías y amarres. Ahora Lina tendrá que ir en busca de aquella maestra para que le enseñe de qué está hecha y en qué consiste la mano que cura.
Con una escritura enérgica y reveladora, Lina María Parra Ochoa debuta en la novela con esta historia sobre la pérdida, las tradiciones ancestrales, la culpa, nuestros lazos emocionales, pero también sobre la conexión que tenemos con toda la vida que transita en lo más hondo y enigmático de esta Tierra.
"Una invocación al silencio escrita con "los otros ojos": los que ven más allá de la muerte, los que presienten y escriben con la fuerza de una pócima. Una mirada al poder de las palabras y las plantas, ambas arrancadas de la tierra para ser guiadas por La mano que cura".
Lorena Salazar Masso