Sorprendente, auténtico y pintoresco así es el mundo de los animales en las obras de Aleksandr Kuprín, uno de los grandes de la literatura rusa, que se han traducido a muchos idiomas, incluyendo el castellano. En efecto, muy pocos artistas saben recrear con tanta veracidad los hábitos, el temperamento y la lealtad de los perros. Kuprin supo hacerlo gracias a su excepcional talento multiforme, sensibilidad y amor por la naturaleza, dejándonos un rico legado de historias caninas, la mayoría de las cuales recoge esta colección. El humanitarismo que se siente en ellos obedece al incondicional apego del escritor hacia los mejores amigos del hombre: los domaba, curaba y protegía cuando estaban amenazados, cultivaba los sentimientos de bondad y compasión que son igualmente importantes en todo tipo de lectores, sean niños o adultos.
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"Nosotros, los perros, desde el punto de vista de la susceptibilidad nerviosa, somos siete veces más delicados que los humanos, si no más. Los humanos, para entenderse, necesitan distinciones externas, palabras, cambios de voz, miradas y contacto físico. Yo, en cambio, conozco sus almas sencillamente, por mi solo olfato interior. Siento por vías misteriosas, ignotas, vibrantes, cómo sus almas enrojecen, palidecen, se estremecen, envidian, aman, odian. Cuando el Amo no está en casa, sé a lo lejos si ha tenido buena o mala fortuna. Y me alegro o me entristezco."