Si hoy en día todo el mundo admite que la cuestión del poder es uno de los temas centrales de la filosofía de Michel Foucault, no siempre fue así del todo. Él mismo ha reconocido lo difícil que le resultó formularla, a pesar de que ya estuviera implícita en su obra desde la Historia de la locura en la época clásica, y cómo también esa dificultad estaba indudablemente ligada a la situación política. Pues bien, después de Mayo del 68, en la obra de Michel Foucault se produce un cambio. Este texto que ahora presentamos marca precisamente ese giro en el que Foucault abandona la primacía discursiva, la primacía de la arqueología, para elaborar ese método genealógico que constituye el primer paso hacia un análisis del poder. El genealogista examina las relaciones entre el poder, el saber y el cuerpo en la sociedad moderna, y establece un diagnóstico. Podría decirse que este pequeño ensayo, no por ello menos importante, contiene el germen de su obra de los años 70.