Al igual que 'Umbral de la palabra', la presente recopilación supone una relectura de la autora a su propia obra, a la que da otro sentido al proponer nuevas relaciones entre los poemas. Se percibe en este proceder, similar al de Juan Ramón Jiménez, el incesante anhelo de apresar lo inefable: tarea imposible que siempre necesitará de un nuevo esfuerzo, de una renovada aproximación. El poema, inédito hasta ahora, que sirve de pórtico a la antología nos señala el objetivo: «entrar en el espacio sagrado del silencio», «apresar con palabras los reflejos», «mirar en el asombro». Todas las secciones del libro responden a esta misma intención, si bien ese asombro (que es también «abismo», según nos dice en varios poemas) se vierte sobre diferentes núcleos de tensión. «La era de la palabra» es el primero: toda visión poética, al fin de cuentas, depende siempre de algo en apariencia tan humilde como la palabra («palabra» que, significativamente, aparece en dos de los títulos anteriores). «El otro» muestra la cercanía de la alteridad, de un amor trascendente donde se escuchan ecos de lo divino. «Los otros y yo», en cambio, se centra en sujetos terrenales, que a menudo se describen desde la nostalgia, la ternura y, cómo no, el centelleo del misterio y del sueño.