Piel de conejo es el primer libro de David Eufrasio Guzmán, pero en su caso eso no quiere decir iniciación, tanteo o golpe de suerte. Lo que aquí brilla es una alegría más bien inusual, como animal escaso: unos cuentos que fluyen por el dominio del oficio, y, sobre todo, por la autenticidad de las historias, hechas de una sencilla magia, algo así como una verdad literaria que envuelve poco a poco entre cuento y cuento ... Pero esto podría decirse de muchos buenos libros de la literatura colombiana actual; en lo que sí encuentro un sello especial con Piel de conejo es que en esta prosa hay un humor delicado, nostálgico, irónico, y a veces juguetón, que muestra la conquista de la voz propia, es decir, de una poesía que reinventa para otros el mundo familiar y cercano una vez vivido, y luego una y otra vez imaginado en una palabra que continuamente se enriquece con la lectura. Esa condición de inagotable es un admirable mérito.
Felipe Restrepo David