Toda gran batalla lleva el signo del fuego que se atesora porque lo que arde siempre puede ser otra cosa. Lo que llamamos realidad late en convergencia con este potente elemento que calienta, transforma y purifica. Lucía Parias sabe que tanto la palabra como el barro son sustancias sometidas a ese ardor. Tierra en fuego es el trabajo de una artista que hace semejantes dos tareas: la cerámica y la poesía. Esta tierra en fuego es el territorio de todo lo que vive y por tanto se sabe en tránsito hacia lo desconocido. Es, también, la sospecha de que en la palabra existe lo sagrado y que esto, más allá de iglesias y de dioses, descansa en la humana voluntad de dar sentido a la materia.
Lucía trabaja con el barro, del mismo sustrae las formas que configuran una suerte de mitología, que como toda herramienta de conocimiento, revela un mapa interior y una manera particular de hacer visible lo desconocido que le habla y que la llama a rebelarse, y es finalmente el fuego, el elemento que en su trabajo más inmediato le permite cuajar lo que surge de ese ensueño que promete todo acto creativo. Barro y fuego; palabra y fuego, son parejas indistintas a las que la mano se enfrenta para configurar una geografía nueva, si bien estos poemas nos hablan de un nacimiento posible, también reconocemos en ellos ígneos parajes en donde nacer también es la catástrofe.