La Flaca ha perdido su nombre en la carrera de ascenso hacia ese otro lado de la ciudad, refugio de la gente bien, que ella tanto anhela y que está encarnado en un amor inalcanzable: Aurelio. El Mono y su pasión sin freno por la Flaca también recorren de arriba abajo esa ciudad, un lugar que ha terminado por entregarse a la tentación del narcotráfico. Y en el cruce de estos personajes reconocemos una sociedad signada por las apariencias y embestida por las fuerzas del deseo y el poder.
Con un lenguaje rabioso y sin concesiones, Pilar Quintana consigue un retrato vívido de clases y de juventud, en el que se entrelazan tiempos, historias y figuras que intentan responder la pregunta clave de quiénes son y qué lugar ocupan en el mundo.
"Una voz poderosa e inquietante". Irene Vallejo.